El Gato de Schrödinger (1935)
Este es un clásico
experimento mental para demostrar la superposición cuántica en la mecánica
cuántica. Imaginemos que en una caja totalmente cerrada y opaca (Nada se ve) se
encuentra un gato, y junto con éste un mecanismo que tiene el 50% de
probabilidad de accionarse y liberar un tóxico (Capaz de provocar la muerte
inmediata al gato) dentro de una hora.
Ahora bien, luego de haber
transcurrido el tiempo para que se haya accionado o no el mecanismo:
-Según la Mecánica Cuántica el gato
está vivo y muerto a la vez, sólo se establecerá un estado cuando un observador
abra la caja y lo determine. Es decir, mientras que esto no sea observado, esta
no pertenecerá a un espacio-tiempo fijo, pues como no está bajo medición no responde
a las leyes de la cotidianidad. Concluyendo que cuando un objeto no está bajo
medición, éste no se comporta según las leyes de la "normalidad".
Para muchos es totalmente
imposible creer en esto refugiándose en la idea de que una persona no puede dar
conclusiones de esta manera, diciendo ¿Cómo alguien puede saber el
comportamiento de algo no medido/observado? Nadie puede saber lo que ocurre
cuando algo no está bajo observación. Uno de los principales detractores de
esta idea es el científico Albert Einstein, aquí una de sus frases en contra de
esto: "Me gusta pensar que la luna sigue ahí, aunque no la esté
mirando".
De esta forma, también
propuso su propia versión del experimento, pero esta vez con unos guantes,
tratando de echar por tierra esta idea.
Einstein plantea lo
siguiente:
Pensemos en un par de
guantes que son separados en dos maletines idénticos que son cerrados y
totalmente opacos (No se puede ver nada por dentro), éstos no son rotulados,
por ende, no se sabe cual maletín es portador del guante derecho y del
izquierdo. Supongamos, entonces, que son enviados a distintos lugares del
planeta, uno a China, por ejemplo, y otro al polo norte. Efectivamente, uno no
sabrá cual guante ha llegado a China o al polo norte, hasta que abran la caja
allá y lo determinen. Sin embargo, los guantes siempre se mantuvieron dentro de
sus cajas, la observación sólo determinó cual era cual, pero nunca influyó en
su forma. En efecto, estuvo predeterminado desde el momento en el que fueron
introducidos dentro de los maletines. Concluyendo que el hecho de que no
observemos algo, no significa que cambie o no.
Aún así, Bohr y los
defensores de la mecánica cuántica creían que antes de abrir la caja en China o
en el Polo norte, el guante era izquierdo y derecho al mismo tiempo, ya que,
existía una probabilidad matemática del 50% de que fuera uno de ellos.